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Entendiendo al Impulsivo en Nuestras Escuelas: Herramientas Básicas para el Manejo de la Ira

Actualizado: 20 sept

En el entorno escolar, la convivencia se ve afectada cuando no logramos identificar y gestionar comportamientos impulsivos que, muchas veces, desencadenan en conflictos o incluso en actos de bullying. Dentro de nuestros colegios, el perfil del estudiante impulsivo requiere especial atención. Para directores, rectores y encargados del bienestar escolar, comprender este perfil es clave para crear entornos de aprendizaje seguros y positivos.

El perfil impulsivo generalmente se caracteriza por dificultades en la gestión de las emociones, baja tolerancia a la frustración, y una tendencia a culpar a los demás por lo que sucede a su alrededor. Estos comportamientos pueden resultar en dificultades para mantener relaciones interpersonales sanas y pueden generar ambientes tensos en el aula.


¿Qué Enseñarles?

  1. Enseñarles que la vida es un proceso constante de aprendizaje: Es fundamental para ayudarles a reducir la frustración y promover la idea de que equivocarse es parte del proceso de crecimiento.

  2. Medir las consecuencias de sus acciones: A través del análisis de riesgos y consecuencias, los estudiantes pueden empezar a reconocer el impacto de sus decisiones en ellos mismos y en los demás.


Características del Perfil Impulsivo:

  • Sentimientos de falta de sentido en lo que hacen, lo que puede llevar a una falta de interés o participación.

  • Sensación constante de que las cosas van mal, lo que alimenta el pesimismo.

  • Dudas sobre sus propias capacidades o habilidades.

  • Carácter fuerte, que puede hacer que encuentren dificultades para expresar sus emociones de manera adecuada.

  • Hábito de culpar a otros por lo que sucede o lo que les sucede a ellos mismos.

  • Dificultades para gestionar y/o expresar adecuadamente sus emociones.


Actividades para Desarrollar la Tolerancia a la Frustración:

  1. Actividades para el manejo de la ira:

    • Ejercicios de meditación corta antes de clase o durante el recreo.

    • Aprender a contar hasta 10 cuando sienten enojo.

  2. Actividades que refuercen la tolerancia a la frustración:

    • Realizar actividades que les permitan entender sus pensamientos, hacer preguntas sobre ellos y aprender a tomar perspectiva para no obsesionarse con sus emociones negativas.

    • Implementar ejercicios de prueba y error para que aprendan que equivocarse no es sinónimo de fracaso.

    • Conectar con sus intereses y pasatiempos, lo que les permitirá encontrar un espacio de satisfacción personal.

    • Enseñarles a pedir ayuda cuando no entienden qué hacer.

    • Fomentar el aprendizaje de la gratificación retrasada, enseñando que no todo lo que vale la pena es inmediato o fácil de alcanzar.

    • Implementar actividades donde asuman la responsabilidad de sus actos, convirtiéndose en dueños de sus decisiones.


Para los directores y encargados de bienestar, es vital trabajar en estos aspectos, ya que al enfocarnos en fortalecer estas competencias en nuestros estudiantes, no solo estaremos mejorando el clima escolar, sino que también estaremos ayudándolos a desarrollar habilidades fundamentales para su vida futura.

En resumen, el manejo adecuado de los perfiles impulsivos en el entorno escolar no solo reduce los conflictos y el bullying, sino que también impulsa una cultura de empatía, colaboración y aprendizaje mutuo.






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